Cuando tengamos un déficit óseo que no nos permite la colocación de un implante o bien cuando una parte del mismo no queda suficientemente recubierto de hueso.

Consiste en la colocación de un substituto óseo en la parte que queremos regenerar y su correcto aislamiento mediante una membrana que impide la invasión de tejido conjuntivo circundante. Son técnicas muy precisas, predecibles y cada vez más habituales en la cirugía de implantes.

La formación de hueso maduro y funcional requiere de aproximadamente unos seis meses.

En el caso de que se coloque el implante en el mismo acto quirúrgico no suele ser necesario esperar los seis meses para la realización de la prótesis.

Cada caso es único. Nuestro equipo le informará adecuadamente del tiempo necesario para conseguir una correcta regeneración

Podemos utilizar varios tipos de substitutos óseos y de membranas de aislamiento.

Los substitutos óseos pueden ser:

1. Hueso procedente del propio paciente: se suele obtener de la zona circundante a la cirugía.
2. Hueso sintético: fabricado con características y composición similares al hueso humano.
3. Hueso procedente de nuestra especie animal.
4. Hueso procedente de otra especie animal: los más utilizados son los porcinos y bovinos.

Y las membranas de aislamiento pueden ser:

Reabsorvibles y No Reabsorvibles. Dentro de las no reabsorvibles hay las Barreras Oclusivas, unas mallas biomédicas de titanio sinterizado diseñadas a medida que permiten la regeneración ósea, facilitan el proceso de cicatrización, protegen el coágulo de sangre y permiten aislar el defecto óseo del tejido conectivo circundante. Proporcionan espacio al hueso para que pueda regenerarse de forma natural.

Cada situación requiere uno u otro tipo de injerto o incluso una mezcla de los mismos. Le informaremos adecuadamente de los materiales que utilizamos.